La hidroxiapatita (HA) es un material poroso de síntesis con excelente biocompatibilidad porque es fácilmente colonizado por los vasos sanguíneos y los fibroblastos. La fibrovascularización hace que el implante se “integre” mejor en el organismo, disminuyendo la probabilidad de infección o rechazo. La HA es un derivado del coral compuesto por hidróxido de calcio y fosfato, sustancias que ya están presentes en el cuerpo humano.
Actualmente los implantes sintéticos de HA son ya de tercera generación. El implante de HA sintético FCI3 tiene una composición química idéntica a la del Bio-Eye, aunque la microscopia electrónica de barrido ha evidenciado una menor uniformidad e interconectividad del poro, así como la presencia de alvéolos ciegos. El implante FCI3 sintético en los últimos 10 años ha ganado popularidad en muchas partes del mundo debido a su menor precio, no obstante, los problemas y las complicaciones asociadas son similares a los del Bio-Eye. Otros tipos de implante de HA en uso en todo el mundo son el HA chino y los implantes brasileños. Aunque son menos costosos que el Bio-Eye, estos implantes han evidenciado impurezas o escasa estructura porosa, y ofrecen pocas ventajas respecto a otros modelos disponibles.
Las principales aplicaciones del HA y de otras cerámicas en cirugía plástica y reconstructiva atañen a la zona craneofacial. Su uso es típico en la reconstrucción temporal de segmentos esqueléticos en pacientes oncológicos con poca esperanza de vida, en caso de suplementos de terapia (RT) o en las resecciones con fines paliativos. Para los defectos de pequeñas dimensiones la HA es un buen material de relleno y, gracias a sus propiedades osteoconductivas, favorece la revascularización y la reosificación de la zona tratada. La HA también se emplea como material para camuflar defectos maxilofaciales debidos a traumas o tumores.
El implante se utiliza especialmente en la enucleación, colocado dentro de la cápsula de Tenon, mientras que su uso es menos frecuente en la evisceración. La HA no es apta para el anclaje directo de los músculos y para este tipo de intervención siempre requiere un recubrimiento con material sintético, autólogo o esclerótico de donante; además, es poco moldeable porque al ser muy rugoso causa un traumatismo directo en los tejidos con el consiguiente riesgo de expulsión. La HA en forma densa es difícil de modelar y está sujeta a migración y extrusión. Las formas micro y macro porosas actualmente disponibles son mucho más seguras y tienen una mayor capacidad osteoconductiva. La HA no soporta la carga y está sujeta a fractura y rotura completa.
En la intervención de enucleación, para facilitar el arrastre de la prótesis el implante de HA se ha provisto de un perno de titanio que sobresale de 2 a 3 mm de la cápsula de Tenon y de la conjuntiva. Aún así, no siempre el resultado obtenido es satisfactorio: los problemas más comunes son las infecciones transmitidas por el perno, su falta de centrado, la migración de la esfera una vez saturada y cicatrizada, así como la infiltración de tejido de granulación que, al atravesar la apertura practicada en la mucosa, se expande dentro del implante y ocasiona su extrusión.