Dependiendo del momento de la colocación, ésta puede ser primaria (durante la intervención destructiva del globo ocular) o bien secundaria (colocación después de la intervención, para llenar la cavidad vacía o corregir el déficit de movimiento). Además de los implantes para la motilidad de la prótesis ocular existen otros para la reconstrucción de fracturas orbitales (por ej. las llamadas “blow-out” del suelo de la órbita). El implante puede colocarse libre o bien puede recubrirse con material autólogo, sintético o heterólogo (de donante).
En la enucleación el implante es un dispositivo colocado en la cápsula de Tenon o recubierto por una esclerótica de donante, mientras que en la evisceración está contenido en la esclerótica del paciente. Su finalidad es transmitir el movimiento residual de los músculos extrínsecos a la prótesis ocular y permitir el llenado de la cavidad anoftálmica que ha perdido el globo ocular y el contenido endo-orbitario. Está realizado con material biocompatible e inerte o bien autógeno (es decir, obtenido del mismo organismo en el que se implanta).
