Se produce a partir de un polvo de polímeros de polietileno a baja presión mezclados y modelados. Puede modelarse cortándolo y ablandándolo en agua caliente, y los músculos oculares pueden suturarse directamente en el implante. Al tener una temperatura de fusión de 110 °C no puede esterilizarse en autoclave, debiéndose esterilizar con óxido de etileno. El Medpor es altamente poroso, está sujeto a anclaje con los tejidos blandos y es moderadamente osteoconductivo. La incidencia de infección es baja y tiene una reacción de cuerpo extraño mínima con una cápsula periprotésica delgada. Es estable, no sufre reabsorción y la extrusión del implante es rara.

Es uno de los materiales aloplásticos más utilizados en cirugía cráneo-maxilofacial, como material de camuflaje en los déficits de los tejidos blandos postoncológicos o postraumáticos, en la reconstrucción del suelo y de la pared lateral de la órbita, de las estructuras óseas mediofaciales, del mentón y de la nariz, así como en la reconstrucción de la oreja por graves quemaduras. En los implantes endoculares este material es preferible a la hidroxiapatita porque ejerce un menor roce sobre los tejidos, con la consiguiente reducción del riesgo de extrusión, y también por su modelabilidad durante la intervención. El coste de este implante es muy elevado si se compara con otros implantes disponibles en el comercio.